Endodoncia microscópica: una técnica poco invasiva
¿Qué trata la endodoncia?
La endodoncia microscópica es una nueva técnica que permite realizar procedimientos mucho más precisos y mínimamente invasivos. Te explicamos en qué consiste.
Lo primero que debemos entender es que la endodoncia nos ayudará a preservar el diente natural, evitando extraerlo. Este tratamiento consiste en eliminar el contenido afectado de los conductos radiculares para luego hacer una limpieza y desinfección del conducto y así rellenarlo con un material inerte y estéril que permite cicatrizar y eliminar los síntomas.
También vale la pena saber que la mayoría de los tratamientos de endodoncia le permiten al diente tratado llegar a durar toda la vida. La verdad es que el tratamiento de conductos en sí sigue siendo el mismo, aunque la manera de realizarlo ha ido cambiando con los años y los avances tecnológicos en la odontología. Para entender mejor las ventajas que trae la endodoncia microscópica es necesario entender la anatomía del diente. El espacio al interior del diente es demasiado pequeño y contiene tejido nervioso y vasos sanguíneos, siendo muy útil tener a mano herramientas de magnificación como lo es el microscopio. Una herramienta con la que contamos en nuestro consultorio odontológico.
Principales beneficios
- Precisión: ya que permite aumentar hasta 32 veces el tamaño del diente, además permite iluminar toda la zona que se va a intervenir, brindando mayor visibilidad y comodidad durante el procedimiento.
- Rapidez: El microscopio permite realizar el procedimiento con mayor rapidez, reduciendo igualmente el número de visitas que se llevan a cabo en el consultorio.
- Duración: La calidad el procedimiento logrado mediante la intervención microscópica alarga la vida media de los tratamientos y la salud dental de los pacientes. Además de resultados estéticos naturales.